¿ALGUNA VEZ PENSASTE QUE TU PAREJA PUEDE
SER TU MEJOR AMIG@?
¿Disfrutan de ver películas?
¿Charlan sobre cualquier cosa, sin
restricciones?
¿Pelean y después se aman de nuevo?
¿Se lleva bien con tus amigas?
¿Se acompañan en las malas también?
¿Comparten largas charlas?
Buenas noticias, tu pareja puede ser tu
mejor amigo.
La confianza con la pareja es uno de los
pilares fundamentales de la estabilidad y la armonía. Divertirse con el otro
también ayuda a reinventarse y a alimentar el amor de a dos. Ambas emociones
caracterizan también la amistad.
¿Alguna vez pensaste que tu pareja puede
ser tu mejor amig@?
No se trata sólo de compartir un rato, la
cama, los gastos o una salida. Se trata de basar el amor en una relación
que perdure en el tiempo. Ser amigo de nuestro novi@ puede resultar lo más
placentero, sobre todo si disfrutan de hacer las mismas cosas juntos. Y si son
diametralmente opuestos, el debate ayuda a conocer más del otro y aprender
sobre lo que desconocemos.
No se trata de regalarle tu vida privada
al otro. Simplemente es integrar a tu pareja como un amigo más –que tiene un
poco más de atribuciones.
Tu novio no debe ser un apéndice aparte en
tu vida. Tampoco tiene que ser una sanguijuela, que te asfixie. Lo mismo para
ti, basta de controlarlo todo. El arte de encontrar el equilibrio y la armonía
en la pareja puede estar en integrar la relación como una más, lo que no quita
que sea especial, y compartir lo mismo que compartes con tus amigos, con él.
Después de todo, una relación se basa en lo que las dos personas ceden.
Si te resulta incómodo mezclarlo en tus
asuntos, revisa tu relación y fíjate si de verdad es lo que deseas. Compartir
no debe ser un dolor de cabeza o un compromiso aburrido que hay que cumplir.
¿Cómo es tu relación?
